Autor: Chuck Palahniuk
País de Nacionalidad: Estados Unidos
Editorial: Debolsillo
Año de publicación: 1996
Nº de páginas: 224
Algunas notas antes de empezar:
Me había estado negando a
escribir porque no tenía la energía (que, irónica y adecuadamente, me chupa el
trabajo nuevo) y porque no sé escribir tan bien como Marrata y porque pienso
que a quién le importa lo que yo opino sobre una historia; pero ya, me dije,
hazte cargo y empieza. Y esto pasó.
Desde que vi la peli (hace años,
en mi pequeñez) que el deseo de leer el Club
de la Pelea estuvo en mi mente, con la fuerza suficiente para recordarlo,
pero no tanto como para buscarlo. Hasta que llegó a mí como un regalo de
alguien muy querido, cerca de la época en que decidimos hacer este blog. Así
que claramente tenía que partir con esta obra.
Reseñas y análisis del Club de la Pelea hay miles y muy buenos.
No es mi intención acercarme a ello, ya que no tengo las herramientas teóricas
para argumentar o desglosar nada; simplemente quiero decir las cosas que me
gustaron y las que no, y en qué me hizo pensar. Ah, y como todavía no sé bien
qué estoy haciendo, debo decir que lo siguiente no está libre de spoilers,
repito HAY SPOILERS POR MONTÓN. Eventualmente alcanzaré la sabiduría de
escribir sin necesidad mencionar todo lo que pasa, pero este no es el día.
Aclarados estos puntos y sin más
preámbulo, charán chan chán,
La súper primer reseña de Vincapervincata:
El Club de la Pelea o una guía para sobrevivir a medio morir saltando en el mundo laboral adulto – pero no realmente.
El Club de la Pelea o una guía para sobrevivir a medio morir saltando en el mundo laboral adulto – pero no realmente.
Quiero hablar, principalmente, de
dos temas: los personajes y la escritura.
Como se sabe, la historia gira en
torno a tres personajes: el protagonista, Tyler Durden y Marla Singer.
Marla cumple su propósito en la
historia (“Se trata de una especie de
triángulo amoroso: yo quiero a Tyler, Tyler quiere a Marla, Marla me quiere a
mí”. Primer spoiler). Es desagradable durante gran parte de la historia,
pero supongo que es la idea; y se hace más tolerable ya más al final, a partir
de su preocupación por el protagonista.
Ahora. No sé cómo será la
experiencia de leerlo sin saber que Tyler es (SPOILER!! SPOILER!!) la otra personalidad del protagonista, pero sabiéndolo del principio obviamente quita
un poco de brillo. De todas formas, son entretenidas las pistas que se van dando
a los largo de la historia y creo que un lector sagaz podría deducir qué es lo
que pasa.
Tyler… me causa ciertos
sentimientos encontrados. Por un lado, es genial; un líder carismático que
logra movilizar a una masa enorme de hombres en pos de su ideal. Siempre está
en movimiento y puede ser sorprendentemente inocente en algunos momentos. Por
otro lado, muchas veces presenta un nivel de inmadurez e insensatez desesperantes.
El protagonista me cae bien. Está
cansado de todo, su única solución para poder seguir viviendo son estos grupos
de autoayuda de enfermedades terminales, no tiene mucha capacidad de decisión y
se siente inmediatamente cautivado por Tyler.
Hay tres momentos geniales del
protagonista, en los que actúa como Tyler (me refiero a que conscientemente es
el protagonista, no Tyler):
- Cuando se golpea a sí mismo en la oficina.
- Cuando va manejando el mecánico y toma el control del volante.
- Cuando se enfrenta a un club de la pelea casi completo.
Estos momentos son posibles
gracias al estilo de escritura, el que creo que es el gran punto fuerte del libro.
Ágil y fácil de seguir, una especie de corriente de la consciencia que va de un
tema a otro, pero sin perder el hilo conductor de la historia principal; logra
ser <<cercano>>, real y entretenido.
Los capítulos son cortos y se remiten a una escena, haciendo que el libro sea uno de los más ordenados y claros que he leído. El primer capítulo cumple totalmente con engancharnos a la historia, introduciendo a los personajes y presentando el estado de las cosas.
Hay dos capítulos que me gustaron
especialmente la primera vez que lo leí (la segunda igual, pero sin la sorpresa
de lo nuevo):
- Dieciocho, en el que el protagonista, el mecánico y tres monos
espaciales van en un auto y hacen amagues de chocar de frente con otros. Contiene
el segundo momento genial del protagonista, y el único momento de la historia en
la que él intenta efectivamente matarse.
- Veinte, en el que el protagonista amenaza a un joven para que
estudie lo que quiere (necesitamos que la opción sea morir o ser lo que de
verdad deseamos, para finalmente hacerlo). Es la única parte que está escrita
en segunda persona.
No sé si me había pasado antes
esto de decir “oh, qué buen capítulo”,
pero éstos son tan redondos, tan bien hilados y atractivos, que lo lograron.
Es necesario mencionar lo
importante que es el final y cómo, una vez más, la industria cinematográfica se
come la conclusión literaria en una adaptación (no tan terrible como con La Naranja Mecánica; NUNCA tan terrible como
con La Naranja Mecánica). La historia
gira en torno al replanteamiento de la existencia del protagonista, y las
definiciones a las que llega al final y la situación de impotencia, inacción y frustración
en la que termina, cierran la trama y la idea principal logrando transmitir un
mensaje que el final espectacular de la película se pierde.
Debo reconocer que mi disposición
para leer el Club de la Pelea era de harto escepticismo. Es el tipo de
película/libro/autor que suele sobreamarse porque es Brad Pitt incitándote a destruir
el sistema y yo suelo rechazar esas situaciones, pero me sorprendió de la mejor
manera. De verdad me gustó.
Lo recomiendo especialmente para:
personas que no les guste mucho leer, personas que les gustó la película (porque
como siempre, el libro es mejor) y creo que a adolescentes igual, pensando en
el trabajo pedagógico que se puede realizar.
Buena reseña, me dieron ganas de leerlo de nuevo. Gracias ^^
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